martes, 17 de mayo de 2022

"A los campesinos les daban a elegir entre ingresar en un Koljoz o morir de hambre"



En la Unión Soviética, el problema de la  sobreproducción  se solucionaba de una forma más radical. Las unidades del Ejército Rojo, dirigidas por todos  eso tujachevski, yákiren, gamárnik, blücher, dybernok y uborévich, cercaban comarcas enteras.  A los campesinos que más producían, junto con sus familias y en pleno invierno, los metían en vagones de carga  y se los llevaban a miles de kilómetros, a Siberia, a los Urales, a Kazajistán, y los abandonaban allí en medio de la estepa helada. Esas grandiosas  operaciones  se efectuaban  según las órdenes  del camarada Stalin. El mando directo lo asumía el camarada Molotov. Muchos años después, cuando le preguntaron  a cuánta  gente  habían  deportado hacia  las regiones  deshabitadas del país, Mólotov  contestó:  "Stalin decía que habíamos expulsado  a diez millones,  pero en realidad fueron 20".

A la vez que deportaban  campesinos  de forma masiva, las tropas de la Checa y el Ejército  Rojo incautaban productos alimenticios por doquier. A los agricultores le quitaban el pan y el ganado; o lo destruían  in situ. 

A causa del hambre fallecieron entre 3,5 y 5 millones de personas, como resultado de represalias e insoportables condiciones de deportación  o de la vida en el exilio,  entre 3 y 4 millones.  En total,  entre 6,5 millones  y 9 millones. 

Y mientras en el país, se extendía el canibalismo...


De las "Granjas Colectivas" a la Ginecología.


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