domingo, 29 de mayo de 2022

París: salafismo, el principal motor

 

Comenzó con Hollande (Partido Socialista Francés),  y sigue con Macron: Rothschild & Cie (2008-2012) y Partido Socialista (2006-2009).


 "Nunca vayas a un partido de fútbol en París. Terrible experiencia esta noche con bandas de ladrones robando teléfonos, bolsos, boletos: estábamos horrorizados y nuestros hijos también. Era la ley de la jungla, con los aficionados del Liverpool y el Madrid en pánico y la policía francesa sin poder hacer nada», relata el empresario Martin Varsavsky en su cuenta de Twitter.

 Lo cierto es que el barrio de Saint-Denis se convirtió en una absoluta ratonera. Como relata Varsavsky, la zona en la que se ubica el estadio escogido por la UEFA para la final dio la sensación de ser «un verdadero peligro». «Hay muchedumbres robando a los espectadores. Les roban las entradas, los teléfonos, las carteras. A nosotros nos robaron dos de las 4 entradas pero teníamos las fotos y en la Taquilla X nos las devolvieron», relató.

Sin embargo, si la entrada al recinto fue conflictiva, la salida lo fue más. «Nunca hasta hoy vi una ciudad tan desbordada por la delincuencia y el caos. Nada que ver con la París de la final contra el Valencia», denunció el periodista de El Mundo Vicente Ruiz.[click]

En Europa no hay nada como Francia, donde este tipo de hechos  alcanza tal intensidad. Pero los otros países vecinos  experimentarán  la misma situación  en poco tiempo, si nada cambia. Los autores de los asaltos, bandas organizadas,  tienen como objetivo proteger y marcar su territorio en esas zonas, donde la Ley francesa, la famosa "República", así como los autóctonos han desaparecido. 

Hablamos de "zonas de no-derecho"; cierto, pero en realidad son áreas invadidas, partes del territorio nacional ocupadas por la inmigración extraeuropea. Y florecen también  en perfecto paralelismo la delincuencia  y la radicalización islámica bajo la dirección salafista.

Francia es roída desde dentro con la complicidad del Estado (del liberal Macron) que se esfuerza  por imponer  a los inmigrantes  —ilegales pero mantenidos— en los barrios obreros.  Esta evidencia es conocida por todos  y ocultada por los discursos  de la ideología estatal y el periodismo.

 Francia vive en una economía "colectivista" con más del 57% del PIB absorbido  por el gasto público. La izquierda anticapitalista, es la vaca lechera de su adversario  (la Unión Europea, la que financia el déficit [por ahora], espera que estos préstamos le hagan ganar más y más). Así, los prestatarios políticos de izquierda (el liberalismo y la socialdemocracia) reciben comisiones  de los acreedores para endeudar al país..

 


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