La Nación se construye por su capacidad de potencia, por su futuro de imperio.[...]El nacionalismo no se construye sólo sobre un principio de exigencia popular sino; por una mezcla de factores: un pasado glorioso que está por reconstruir, las condiciones opulentas del desarrollo económico y el poder político que se abren como horizonte patriótico de una generación. Una determinación cultural que debe preservarse.[...]Una tradición actualizada congruente con el tiempo de expansión económica que se vive, con técnicas que aseguren el desarrollo y la cohesión social.[...] El crecimiento económico y conciencia popular de pertenencia a una gran empresa. El objetivo; un nacionalismo que sea social y un socialismo que sea nacionalista.
Para poder obtener una verificación de las mejoras de las condiciones de vida que exige la reconstrucción de una moral nacional y un sentimiento de unanimidad de intereses. Debe vencerse el atraso económico y su estado de colonización a manos del capitalismo extranjero. Los industriales, la clase media, los campesinos y los obreros son víctimas iguales del poder exterior y del capitalismo.La revolución nacionalista no se concibe como propuesta de una sola clase, sino de todo el pueblo, la propiedad es sagrada, siendo destruida precisamente por el orden de cosas existente en la actual fase del capitalismo.
[...]Se trata, por tanto, de una forma que implique mayor cohesión social a través de una comunidad de productores "controlados" por un Estado corporativo.[...]Esta tarea de reorganización económica interior y de un Nuevo Estado Nacional implica el fortalecimiento militar y demográfico del país, que le permita desarrollar una política exterior agresiva.
Los procedimientos deben ir destinados a una politización de la juventud. Y su tarea debe servir a la acción directa, sin permitir los intermediarios del parlamentarismo o la representación burocrática. El llamamiento a la juventud se plantea por su potencia transversal, por su capacidad por destruir prejuicios de clase, agrupando a una generación en una empresa nacional, integral.[...]Dicho horizonte (el futuro) no puede ser el resultado de la acción de una mayoría (la traición y la cobardía del voto democrático), aunque deba serlo de las masas: la mayoría es un concepto que corresponde con la cultura liberal. El concepto de masas dirigidas por una aristocracia revolucionaria es el que conviene en el nuevo siglo. La lucha política certifica una "filosofía hogareña" que ha lisiado a las generaciones anteriores. La lucha violenta se convierte en un escenario demostrativo con la legitimidad para ponerse al frente del Nuevo Estado Nacional.[...]
No hay comentarios:
Publicar un comentario