La farsa sanchista (podemita)

La 'misa' de Podemos.

 El Estado socialista se ve llevado cada vez más sus tentáculos, porque las masas son cada vez más difíciles de engañar, cuando ya pasó  el primer  instante de lucha y sin embargo se tiene que sostener  su ardor en tiempos de calma, exige en consecuencia gran número de favores a conceder. 

Al aumentar constantemente el número de empleados una clase  con intereses muy alejados de los del proletariado de productores, reforma así la defensa  de las formas burguesas. Muchos ejemplos  demuestran incluso  que si algún propagandista  de la revolución ingresa en el mundillo gubernamental  con la mayor facilidad se convierte en un excelente burgués. 

Y los hombres de la Revolución  francesa, ¿ qué querían? Aumentar  en una proporción  muy grande el número de propietarios  acomodados; crearon  una burguesía  cuya  potencia  aún no se ha extinguido. 

La transferencia de las rentas puede efectivamente realizarse  de manera indirecta pero segura, por medio de una legislación social: la explotación  de las viviendas obreras por alquileres municipales,  y a la usura de los pequeños prestamistas  por instituciones de previsión. Gracias a esos procedimientos,  el obrero puede convertirse en pequeño burgués,  y llegamos así  a las mismas conclusiones  que anteriormente: adscripción  del proletariado a la Burguesía.

La introducción de los partidos políticos en movimiento (seudo)revolucionario nos aleja mucho de la sencillez primitiva. Los actores de la (seudo) revolución han  estado, al comienzo, embriagados por la idea de que su voluntad no podría encontrar ningún obstáculo, les parecería  evidente  que no tendrían más que designar delegados  para formular una  nueva legalidad conforme a sus necesidades, pero de repente aceptan personas que tienen  intereses distintos  a los suyos, estas personas están dispuestas a ayudarlos, pero con la condición  de que las masas le  entreguen   el Estado, el objeto de su codicia. 

 Es así  que la revuelta de los pobres puede servir de base un "Estado social", compuesto por burgueses  que desean continuar con la vida burguesa, que mantienen ideologías burguesas, pero presentándose mandatarios de los proletariados.

Pablo Iglesias , en 2015: "Lo que cobran los eurodiputados me parece una cosa vergonzosa"

 Maquinaria del Partido Político: "conjunto de personas escalonadas jerárquicamente, ligados una a la otra por una devoción personal, pero sobre una base mercenaria, y preocupadas únicamente por satisfacer sus apetitos, explotando la fortuna de los partidos políticos".

 

 "En fútbol es habitual hablar de casillistas,  mourinhistas  y en política la lista a la que pueden incorporarse ahora son:  pedrista, sanchista: sin comillas ni cursiva".